En el día a día, los que trabajamos en neonatología con recién nacidos prematuros sabemos que cada una de nuestras acciones tienen impacto directo en el futuro de nuestros pacientes. Cada decisión se toma a consciencia. Para eso nos preparamos, estudiamos y trabajamos en equipo, con el objetivo de mejorar los resultados a largo plazo y ofrecer un futuro con la menos morbilidad posible.
El recién nacido prematuro es, tal vez, la persona más vulnerable desde todo punto de vista. Nacer antes de tiempo conlleva situaciones de mucho riesgo, todos los órganos detuvieron su desarrollo en etapas tempranas y, cuanto más precoz es el nacimiento, mayor inmadurez y mayores son los desafíos que deben afrontarse.
Ser conscientes de lo que hacemos, de lo que ofrecemos y del lugar que le otorgamos a las familias en los cuidados transforma los resultados. De ahí el lema de este año "Pequeñas acciones con un gran impacto" que resume la esencia y esfuerzo de nuestro trabajo con la búsqueda constante de brindar el mejor comienzo posible para cada recién nacido.
Para ello, es imprescindible generar conciencia sobre las necesidades y derechos de los prematuros y sus familias. Este es, precisamente, el objetivo que esta fecha propone año tras año.
No debemos enfocarnos solo en los resultados clínicos, en el uso de tecnología y conocimiento científico. Desde ya, es importante mantenerse actualizado y trabajar con la mejor evidencia disponible para alcanzarlos mejores resultados. Se trata también de reconocer el valor de las pequeñas grandes acciones humanas: como el contacto piel a piel, la promoción y el acompañamiento de las madres para favorecer la lactancia y la presencia irrestricta de la familia como parte activa del cuidado garantizando los derechos de quienes nacieron antes de término y deben transitar sus primeros días, semanas y, en muchos casos, meses en la UCIN.
Cada gesto de contención, cada palabra, cada mirada empática tiene un efecto profundo. Y esa mirada debe trascender la internación: el seguimiento a largo plazo de los niños nacidos prematuramente es una acción fundamental para acompañar su desarrollo, detectar a tiempo dificultades y garantizar que cada uno alcance su máximo potencial.
El cuidado del prematuro no termina en el alta; continúa en cada control, con la familia que aprende, pregunta y crece junto a nosotros. Porque las verdaderas transformaciones se logran cuando cada acción, por pequeña que parezca, se sostiene en el tiempo y en equipo.
Es necesario destacar la fuerza y la resiliencia que estos pequeños gigantes son capaces de demostrar. Ellos, junto a sus familias y al equipo que los acompaña, nos demuestra que pequeñas acciones pueden mover montañas.
Comité de Estudios Fetoneonatales- CEFEN