Quistes renales

  Los quistes renales son sacos dilatados llenos de contenido líquido que crecen dentro de la estructura del riñón. Pueden ser únicos o múltiples, hereditarios o adquiridos y aparecer en diferentes etapas de la vida. Dentro de las enfermedades quísticas, la Poliquistosis  es la más frecuente. Esta es una enfermedad hereditaria y hay dos formas:  

  • Poliquistosis renal recesiva o Infantil:

Es  muy  poco  frecuente. Se  calcula  1  caso  cada  20.000  a  40.000  nacidos  vivos.  Significa  que  los  padres  son portadores  de  una  anomalía  genética  pero  en  ellos  no se expresa la enfermedad. Muchas veces el diagnóstico se realiza  por  las  Ecografías  prenatales  que  muestran  riñones  agrandados  y consistencia anormal. Los quistes van apareciendo  posteriormente. La  evolución a  Insuficiencia Renal  puede  ser  muy  precoz. Tienen  también  fibrosis hepática. La  derivación  al  nefrólogo  pediatra  es  de  importancia  cuando  se  sospecha  el  diagnóstico  para  su seguimiento.  

  • Poliquistosis renal dominante:

Es la forma más frecuente. Se calcula 1 caso cada 400 a 1000 nacidos vivos y se llama dominante porque uno de los padres  padece  la  enfermedad  y  transmite  el  gen  alterado.  Los  quistes van apareciendo con el tiempo y pueden hacerlo  hasta  los  40  años. A  veces  se  observan  en  la  niñez  y  los  padres  todavía  no  han  sido diagnosticados. El diagnóstico se basa fundamentalmente en la historia familiar y la Ecografía renal. Puede  haber  quistes  en  otros  órganos  como  hígado  y  páncreas  y  aneurismas  cerebrales, en  general  pequeños. Puede realizarse el estudio genético que en la mayoría muestra anomalías en el cromosoma 16 (PKD1) y el resto en el cromosoma 4 (PKD2). No  hay  un  tratamiento  curativo  pero  es  muy  importante  tomar todas las medidas posibles para evitar o retardar la aparición de la Insuficiencia Renal. Controlar la tensión arterial, el sobrepeso, no fumar, ingerir  abundantes líquidos, cumplir dieta que proteja al riñon (con consumo controlado de sal y proteínas), concurrir  a  la  consulta  con el nefrólogo que solicitará periódicamente estudios  de  laboratorio  e imágenes e indicará en los casos que  sea  necesario  medicación para control de la tensión arterial y la proteinuria. Pocas veces es necesario una intervención quirúrgica para evacuar un quiste que se infectó o produce dolor intenso.   RECORDAR Debe sospecharse la enfermedad ante:

  • Antecedentes  familiares  de  poliquistosis  o de enfermedad renal crónica que haya ó no necesitado diálisis y/o transplante.
  • Niños con infecciones urinarias recurrentes, hipertensión arterial, hematuria (sangre en la orina).

Ante alguno de estos datos, debe  consultarse  al pediatra y la realización de una ecografía determinará la presencia de quistes. En algunos casos dudosos, una Tomografía Computada aclarará el diagnóstico.   NO CONFUNDIR   con otras enfermedades quísticas como: Riñón multiquístico:  En  este  caso  el  afectado  es  un  solo  riñón  y se diagnostica por ecografía prenatal que se confirma luego del nacimiento. El  niño  presenta  un  riñón normal  y  el otro reemplazado por múltiples quistes que provocan  que  ese riñón no funcione. Se  realizan  estudios  para  confirmar  estos  datos  y  si  bien  requiere  control nefrológico, el pronóstico es excelente con los cuidados recomendados para el riñón único.   Quiste renal simple: Son  raros  en  la  infancia  y  en  general  es  un  hallazgo casual. Sí son frecuentes en la edad adulta, apareciendo a lo largo de la vida. Si se ha diagnosticado en la infancia se requiere sólo un seguimiento ecográfico para confirmar que no han aparecido nuevos quistes y evaluar el crecimiento del ya existente. Muy pocas veces es necesario una intervención para evacuarlo cuando se ha complicado.