El Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) continúa siendo un problema importante de salud en la Argentina, se produce, en el 90% de los casos, por la infección de la bacteria Escherichia coli variedad enterohemorrágica productora de toxina Shiga (Shiga toxin-producing Escherichia coli; STEC, por sus siglas en inglés). Afecta en su mayoría a niños entre 1 y 5 años de edad
. ¿Por qué esta enfermedad es tan importante en nuestro país?
La tasa de incidencia es variable, pero, en la Argentina, la incidencia anual es de entre 10 y 12 casos cada 100 000 niños menores de 5 años de edad; es la tasa mundial más alta reportada. Alrededor de 250 nuevos casos se reportan anualmente en nuestro país. Los casos se producen principalmente en los meses cálidos del verano.
Esta bacteria se encuentra altamente diseminadas en nuestro país, siendo capaz de sobrevivir y persistir a través del tiempo en diferentes alimentos y diseminarse a distintos reservorios, aumentando la probabilidad de transmisión a la población humana. El principal reservorio de la bacteria es el ganado vacuno.
La transmisión ocurre a través de la vía fecal-oral, frecuentemente a través de la ingestión de agua o alimentos contaminados o contacto directo con personas o animales infectados u objetos contaminados.
¿Qué síntomas produce?
Al llegar la bacteria al intestino produce una diarrea intensa (en general suele verse sangre en la materia fecal), puede ocasionar vómitos, dolor abdominal, fiebre, falta de apetito y mucho decaimiento.
A los pocos días de iniciada la diarrea el niño se ve muy pálido porque se produce una anemia muy importante y aguda.
En general los niños se sienten muy decaídos y molestos.
Por el compromiso del sistema nervioso central pueden aparecer convulsiones y tendencia al sueño, que puede evolucionar al coma.
En la piel pueden verse manchas rojas como puntos (petequias) o hematomas (por disminución de las plaquetas).
Cuando se comprometen severamente los riñones, disminuye o se anula la formación de orina (insuficiencia renal), por lo que algunos requieren tratamiento de diálisis.
Por suerte solamente alrededor del 10 % de los niños que se infectan con esta bacteria y tienen diarrea, desarrollan síndrome urémico hemolítico.
¿Se trata de una enfermedad grave?
La mortalidad de la enfermedad es baja (alrededor del 3 %), y el compromiso del sistema nervioso central es la principal causa de muerte.
Luego del período agudo de la enfermedad, el 70 % de los pacientes se recupera completamente, sin embargo, el 4% aproximadamente queda con alguna secuela neurológica y el 30 % con algún grado de compromiso del riñón.
¿Cómo puede evitarse esta enfermedad?
¡Esta enfermedad tan grave PUEDE SER PREVENIDA!!!!, con las siguientes medidas:
-Asegurar la correcta cocción de la carne; la bacteria se destruye a los 70 °C. Esto se consigue cuando la carne tiene una cocción homogénea.
– Tener especial cuidado con la cocción de la carne picada, ya que generalmente se cocina bien la parte superficial, permaneciendo la bacteria en el interior. El jugo de la carne picada bien cocida, debe ser completamente translúcido.
– Utilizar distintos utensilios de cocina para cortar la carne cruda que aquellos que se utilizan para trozarla antes de ser ingerida.
– Evitar el contacto de las carnes crudas con otros alimentos.
– Controlar el uso de leche y derivados lácteos correctamente pasteurizados y conservar la cadena de frío.
– No consumir jugos de fruta no pasteurizados.
– Lavar cuidadosamente verduras y frutas. De no ser posible, sumergir estos alimentos en agua con 2 gotitas de lavandina por litro de agua y esperar 30 minutos antes de consumirlos.
– Asegurar la correcta higiene de las manos (deben lavarse con agua y jabón) antes de preparar los alimentos y luego de ir al baño.
– No bañarse en aguas prohibidas.
– Higienizarse adecuadamente con agua y jabón luego de tener contacto con animales domésticos y principalmente con los de granja.
– Consumir agua potable; ante la duda, hervirla.
Además sería deseable la implementación de políticas gubernamentales para mejorar los controles de calidad en los alimentos para garantizar la inocuidad de los mismos a lo largo de toda la cadena alimentaria, desde la producción hasta el consumo.
Comité de Nefrología-