Dificultades en la lactancia en bebés recién nacidos de término

La lactancia materna exclusiva es la mejor opción para la alimentación de niños y niñas durante los primeros 6 meses de vida. Sin embargo, es frecuente que se presenten dificultades para llevarla adelante, y es por ello que recomendamos en estos casos consultar con el equipo de salud y pediatra de cabecera quienes podrán acompañar este proceso.

Mencionaremos algunas de estas dificultades.

NOTA: Adoptaremos el término “madre” para referirnos a la persona que amamanta a su hija/o, pero queremos incluir en esa nominación a todas las identidades y diversidades  de género. 

Escaso aumento de peso

Desde el nacimiento y hasta los primeros 10 días de vida es frecuente que los bebés recién nacidos bajen de peso, tiempo en el que aún no se produjo “la bajada de leche". Habitualmente a las 3 semanas de vida la mayoría ya ha recuperado su peso de nacimiento. Si esto no sucede, no quiere decir que el bebé necesite tomar fórmula láctea o de inicio, sino que requiere un acompañamiento más cercano por parte del equipo de salud, aumentando la frecuencia de las consultas.

Éste proceso debe ser valorado y acompañado por la/el pediatra de cabecera, que evalúa las necesidades de cada bebé, dado que cada uno  mantiene su propio ritmo de crecimiento.También es primordial el acompañamiento de las personas que amamantan ya sea por familiares, amigos y comunidad formando así una red de contención.

Es importante ofrecer el pecho a libre demanda, siempre que el bebé quiera (cada 1, 2 o 3 horas) al menos 8 veces al día. Los horarios de las tomas NO deben ser rígidos. Ofrecerle todo el tiempo que quiera del mismo pecho ya que la leche del final es la más nutritiva. Si quiere más se le puede ofrecer del otro pecho después o directamente en la próxima toma. Esta última es una opción, aunque muchas madres prefieren alternar.

Tener “poca leche”

La cantidad de leche que producen las madres es exactamente la que el bebé necesita siempre y cuando el agarre (prensión al pecho) sea el adecuado, para ello la boca del bebé debe abarcar gran parte de la aréola y el pezón. Más allá de la posición en que se lo amamante, el tronco del bebé debe estar enfrentado y pegado al cuerpo de ella.

Rechazo del pecho

Puede ser por cambios en la rutina como visitas, mudanzas, inicio del jardín maternal, un ruido fuerte, un movimiento brusco mientras estaba mamando, cambios en el perfume o desodorante.

Es un mito que los  alimentos que consume la madre pueden generar rechazo del pecho o cólicos en su bebé. El sabor de la leche cambia según los alimentos que ella consume,de esta manera la “saborizan”.Esto ayuda a que el bebé ya esté familiarizado con los sabores cuando comience con la alimentación complementaria a los 6 meses. La alimentación de la madre debe ser siempre saludable y variada.

El uso de chupete durante los primeros días de vida también puede interferir en la lactancia. Aconsejamos su uso una vez que esta esté establecida, con adecuada prendida al pecho y aumento de peso del bebé.

A veces, el vínculo temprano entre el bebé y la madre puede verse afectado ya sea por tristeza puerperal, tensión emocional, preocupación extrema o dolor en la madre. En cualquiera de estos casos deberá realizarse una consulta con el equipo de salud. La lactancia materna genera beneficios únicos en el desarrollo y el vínculo del bebe´con su madre, y previene enfermedades en ambos. Sin embargo, si aún conociendo estos beneficios ella no desea hacerlo, debe respetarse su decisión sin juzgarla.

Crisis de lactancia

Se trata de los momentos o períodos en donde el bebé crece con mayor velocidad, por lo que su apetito y sus requerimientos son mayores a la producción habitual de leche materna.Puede ocurrir en cualquier momento pero generalmente esta crisis ocurre a los 45/60 días y a los 3 meses de vida.

Por este motivo reclama mamar más seguido y en ocasiones se queja o “pelea” con el pecho. Además, como la producción se ha adecuado a las necesidades del bebé, la mamá nota que ya no gotea ni tiene “subida de la leche” como en los primeros meses, lo que interpreta como que ella no tiene suficiente leche. La solución durante estos períodos es ponerlo/a más seguido al pecho para que aumente la producción. No cometer el error de ofrecer biberón dado que ello generará menor producción de leche porque la glándula mamaria tendrá menos estímulo.

 Cansancio extremo

Es importante que las madres puedan contar con una red de sostén familiar, de pareja o amigos. Aprovechar las horas de sueño de su hijo/a para dormir y evitar visitas, salvo aquellas que brindan ayuda.

Grietas del pezón

Se previenen cuidando que el agarre al pecho sea correcto. Se tratan aplicando leche materna masajeada y secada al sol. La crema de caléndula podría ayudar, aunque su eficacia es controvertida. De ser necesario pueden utilizarse pezoneras de silicona.

Frenillo lingual corto

Puede favorecer la aparición de grietas del pezón. Generalmente se resuelve de manera espontánea, con el crecimiento el frenillo se elonga, por lo que habitualmente no es necesario realizar ningún tratamiento ni intervención. En casos excepcionales, cuando el frenillo está muy cerca de la punta de la lengua y es poco flexible, trayendo como consecuencia pobre aumento de peso, la/el pediatra realizará el diagnóstico y  el seguimiento con la derivación oportuna al especialista si lo requiere.

Mastitis

Es la inflamación de la glándula mamaria causada por vaciado insuficiente de las mamas con retención de leche, generalmente debido a horarios de tomas rígidos o tomas muy espaciadas o poco frecuentes, agarre inadecuado al pecho o corpiño apretado.En caso de que se presenten síntomas como dolor con enrojecimiento y calor de la mama, o zonas más duras, debe realizar SIEMPRE la consulta con su médico. Las medicaciones indicadas como parte del tratamiento suelen ser compatibles con la lactancia. 

Medicaciones y Lactancia: para saber si un medicamento es seguro durante la lactancia consultarlo en: https://www.e-lactancia.org/

En todos los casos en que se presenten dificultades es muy importante que la madre tenga confianza en su propia capacidad para amamantar, y sienta el apoyo de su pareja, familia, amigos y comunidad. El/la pediatra de cabecera del bebé junto con el equipo de salud como puericultoras, enfermeras/os, realizará un acompañamiento cercano para lograr el objetivo: lactancia materna exclusiva.

Comité Nacional Pediatría General Ambulatoria