La detección oportuna de problemas en el desarrollo es muy importante para poder intervenir tempranamente, mejorando la evolución y el pronóstico. Los niños tienen una capacidad de aprendizaje inmensa los primeros años de vida.
El pediatra tiene un rol fundamental en la promoción de un desarrollo saludable, por eso entre otras cosas la importancia de acudir a los controles.
Les dejamos acá algunas de las señales de alerta más importantes para prestar atención:
3 meses: que no sonría cuando le sonríen, no sigue con la mirada un objeto cercano, no reacciona a la voz o al sonido.
6 meses: no emite sonidos. No vocaliza.
8 meses: no se mantiene sentado sin sostén.
10 meses: que no responda a su nombre.
12 meses: que no silabee (por ejemplo, ba-ba, ma-ma, pa-pa), que no salude con la mano.
15 meses: No camina solito.
16 meses: que no diga ninguna palabra con sentido: mamá, papá, agua …
18 meses: No señala con el dedo para pedir ni para mostrar.
24 meses: que no diga frases de 2 palabras. Tiene conductas o movimientos repetitivos como hamacarse cuando está sentado o “aletear” en el aire mientras mira un punto fijo.
A cualquier edad si: deambula sin sentido, parece no escuchar cuando se le habla, no sonríe, no tiene interés por otras personas ni por lo que pasa a su alrededor, llora mucho y es difícil consolarlo y contenerlo.
Además:
Comité Nacional de Pediatría General Ambulatoria
Sociedad Argentina de Pediatría