Crianza saludable
Ejercer violencia contra niñas, niños y adolescentes, es vulnerar sus derechos e implica múltiples consecuencias negativas en el bienestar presente y en el desarrollo futuro de los chicos y chicas. Pueden perjudicar la salud física y emocional, el aprendizaje, la autoestima, y debilita y dificulta las relaciones con otras personas.
Los malos tratos incluyen la violencia física (chirlo, zamarreo), sexual (abuso, violación) y psicológica/emocional (humillaciones, amenazas, descalificaciones, gritos) y el trato negligente (falta de cuidado) a los lactantes, niños/as y adolescentes, ocasionados por padres/madres, cuidadores y otras figuras de autoridad, principalmente en el hogar, en la escuela y centros de cuidado.
Muchas veces, se cría utilizando métodos de castigo que se basan en el uso de la fuerza física o la intimidación verbal para obtener los comportamientos deseados. La violencia se manifiesta también cuando los/las despreciamos, los desvalorizamos, amenazamos con abandonarlos o nos mostramos indiferentes frente a lo que hacen o dicen. Esto no solo no genera que se comporten como esperamos sino que por el contrario genera miedo y más violencia.
Niñas y niños pequeños/as dependen del cuidado de un/a adulto/a y tiene limitada su interacción social fuera del hogar por lo que son particularmente vulnerables al riesgo de la violencia por parte de sus cuidadores principales y de los miembros de la familia. Sin embargo, es en esta etapa (la primera infancia) cuando se ven grandes beneficios de las intervenciones tempranas y se pueden reducir los efectos negativos de los riesgos.
Como madres y padres, tenemos que acompañarlos/as en cada etapa de su desarrollo, permitiéndoles aprender a su tiempo a tomar las decisiones sobre su propia vida. Siempre con amor y con respeto a sus emociones. La autoridad de madres y padres debe estar basada en el respeto y no en el miedo.
Enseñar el autocontrol y el comportamiento aceptable a niñas y niños es una parte integral de la crianza en todas las culturas. Poner límites con amor y respeto es una herramienta útil y beneficiosa. Esto protege la estructura y función cerebral de las niñas, niños y adolescentes, además de promover su salud, crecimiento y desarrollo.
FUENTES:
Un análisis de los datos del Programa “Las Víctimas Contra Las Violencias” 2020-2021 (UNICEF)
CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO (UNICEF)
Guía práctica para evitar gritos, chirlos y estereotipos. Crianza sin violencia (UNICEF)