Sangre en la orina (Hematuria)

 

Ver sangre en la orina preocupa a los padres. Si bien, en muchos casos, la causa es inofensiva, la sangre en la orina (hematuria) puede indicar una enfermedad renal.

La sangre en orina que se ve a simple vista se llama macrohematuria. La sangre en la orina que es detectada tras realizar una tira reactiva o el sedimento urinario y vista a través de un microscopio se llama microhematuria.  En ambos casos, es importante determinar la causa del sangrado.

Se necesita muy poca sangre para que la orina se torne roja (sólo 1 ml de sangre en 1 litro de orina puede producir orinas de color rojo). La orina se ve coloreada de color rosado, rojo, parduzco o color “coca-cola”.

¿Cómo se presenta? La hematuria no es en sí una enfermedad, sino un síntoma. Puede no haber síntomas o acompañarse de otros síntomas como fiebre, dolor al orinar o dolor abdominal. La sangre en la orina no suele ser dolorosa. Sin embargo, expulsar coágulos sanguíneos en la orina puede ser doloroso.

¿Puede prevenirse? No hay forma de prevención, pero sí de diagnóstico y tratamiento, en algunas ocasiones, y de un adecuado seguimiento, en otras.

¿Qué hacer en caso de orinas de color rojo? Es posible que el cambio de color se deba a sustancias ingeridas, como los colorantes alimentarios, la remolacha y ciertos medicamentos como la rifampicina (antibiótico), el complejo B (multivitamínico) o el metronidazol (antimicrobiano) que dan color rojo a la orina de quien las consuma.

El primer paso es la confirmación de la hematuria. El estudio de sangre en la orina se realiza, en primera instancia, con una tira reactiva; si ésta es positiva, se confirma el diagnóstico con un análisis de orina. 

Frente a la presencia de macrohematuria, se buscarán antecedentes como traumatismos, infecciones o antecedentes familiares. Si en un examen de orina se detecta hematuria microscópica, el médico examinará de forma exhaustiva al paciente, tomará la presión arterial y hará preguntas en busca de otros síntomas como actividades/infecciones recientes y antecedentes de enfermedades en la familia.

Hematuria en niños

Si su hijo presenta hematuria microscópica, pero ningún otro síntoma (como dolor, fiebre, lesiones cutáneas, dolores articulares), no se encuentran proteínas en la orina y los estudios realizados son normales, se continuarán haciendo controles en orina para evaluar la evolución de la misma.

¿Cuándo consultar a un nefrólogo infantil?  Los niños en los que se detecta hematuria o proteínas en la orina deben consultar a un nefrólogo infantil, que es el médico pediatra especialista en enfermedad renal. Este decidirá qué otros exámenes deben realizarse para confirmar alguna enfermedad. Los exámenes iníciales serán:

●             Análisis de orina completa y urocultivo.

●             Análisis de sangre para determinar la función renal. Análisis de orina para descartar la presencia de proteínas, calcio o creatinina (un desecho que se encuentra en la orina).

●             Ecografía de riñón.

De acuerdo con los resultados anteriores, podrían solicitarse otros estudios a determinar por el nefrólogo infantil.

¿Cuáles son las causas de la hematuria? Existe un gran número de causas que la originan y son de pronóstico variable. La forma de presentación varía en función de la causa:

●             Ardor al orinar, orinas frecuentes y hematuria se ven en infección urinaria baja (cistitis).

●             Fiebre, dolor abdominal y vómitos se ven en infección urinaria alta.

En ocasiones, la hematuria puede acompañarse de presión arterial alta e hinchazón en cara, párpados y piernas (edema, por retención de líquidos) como en las glomerulonefritis (inflamación de los glomérulos) y también presentarse como macro o microhematuria en enfermedades familiares y cálculos renales.

Entre las causas más frecuentes, están:

●             Inflamación de los glomérulos, estructuras microscópicas de los riñones que se asemejan a pequeños filtros (glomerulonefritis).

●             Cálculos renales (piedras o arenilla) e hipercalciuria (eliminación de mucho calcio por la orina).

●             Infección de la vejiga o del riñón.

●             Lesiones traumáticas en los riñones o en el tracto urinario.

●             El consumo de ciertos medicamentos, como algunos calmantes de venta libre.

●             El ejercicio excesivo (muchos atletas, en especial los corredores de maratón, padecen hematuria ocasionalmente).

¿Cómo se trata la hematuria? El tratamiento de la hematuria en los niños depende de la causa. La mayoría de las veces, la hematuria no requiere tratamiento y puede autolimitarse. En ocasiones en las que sí se requiere intervenir, el tratamiento se focalizará en la causa subyacente de la presencia de sangre en su orina. La evaluación por un nefrólogo infantil es decisiva para establecer el origen de la misma y resolver, en consecuencia, la necesidad o no de tratamiento. La hematuria es un signo de alarma y se debe investigar la causa, pero en sí no genera daño al riñón.