Se acercan muchos festejos: Día de la Primavera, el cierre del año, se festeja el Ultimo Día, la Fiesta de Egresados. Muchos ya se fueron de Viaje de Egresados, otros están viajando, unos pocos parten estos días.……
Todas estas formas de festejo las acompañan con una ingesta excesiva de bebidas alcohólicas, con las consecuencias que trae este tipo de consumo: intoxicaciones agudas, lesiones en la via pública, ya sea por accidentes de tránsito o por peleas a la salida de los boliches, ahogamientos en piscinas, relaciones sexuales sin protección, embarazos no buscados……
Los adolescentes festejan…. Y lo hacen al límite, o buscando ese límite que nadie se anima a poner. Y dónde estamos los padres, los adultos? El consumo excesivo aumenta año a año, y no es privativo de nuestro país, es una preocupación a nivel mundial. Qué podemos hacer? Hablar con los adolescentes sirve? Pregonamos la importancia del dialogo entre padres e hijos, y muchos padres nos piden soluciones YA.
El dialogo es importante, si como adultos aprovechamos para escuchar……y no sermonear.
Tratar de entender por qué beben al límite, sin caer en el consabido “en mi adolescencia….” No es la misma adolescencia que ellos están viviendo, no es la misma sociedad, no somos Nosotros trasvasados al momento actual.
El mundo cambió a una velocidad difícil de comprender y a veces nos cuesta adaptarnos a estos cambios. Pero nuestra responsabilidad como adultos responsables de su cuidado No cambió, padres, docentes, profesionales de la salud, todos tenemos la obligación de velar por su salud y bienestar.
Dialogo si, escucha sin pre juicios sí, Actuar como padres, puesta de límites? SI Ponernos el traje de adultos? SI Explicarles el daño que les produce el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, que es un daño inmediato: los accidentes, las intoxicaciones.
En un corto plazo las alteraciones en la memoria y la disminución en el rendimiento académico, las cefaleas, la gastritis. Y luego, los limites, no permitir el consumo en el hogar, no permitir que los amigos ingresen bebidas. Si se emborrachó, primero prestarle los cuidados necesarios, cuando mejore, hablar, interiorizarse del por qué.
Buscar ayuda profesional si es necesario. Buscar en la escuela apoyo si es posible, uniéndose con otros padres. Si como padres le ofrecimos desde pequeños buenos ejemplos, un vínculo amoroso, una escucha atenta, si conocemos a sus amigos y nos interesamos por sus necesidades, si los apoyamos en su escolaridad….confiemos en ellos, a veces pueden sorprendernos con su madurez.
Grupo de Trabajo de Adicciones