El día mundial de la meningitis se celebra el 24 de abril de cada año.
La meningitis representa una enfermedad de alto impacto en la salud pública, debido a su elevada morbimortalidad, provocando complicaciones, secuelas y en algunos casos, hasta la muerte.
Se trata de la inflamación severa de las leptomeninges que ocurre como consecuencia de la infección producida por un virus o una bacteria.
Afecta a personas de todas las edades, pero su mayor incidencia ocurre en niños menores de cinco años, especialmente en los lactantes.
Sus manifestaciones clínicas pueden ser variadas, de acuerdo con la edad del paciente y el agente causal, por lo que es muy importante mantener un alto índice de sospecha a fin de realizar un abordaje adecuado y precoz dado que se trata de una urgencia infectológica.
Dentro de los agentes etiológicos bacterianos cabe mencionar a Streptococcus pneumoniae (neumococo), Neisseria meningitidis (meningococo) y Haemophilus influenzae tipo b (Hib).
Cabe destacar que la vacunación es la principal estrategia para prevenir la meningitis provocada por estos gérmenes.
En la etapa previa a la incorporación de la vacuna al Calendario Nacional, el Hib era un importante agente causal de meningitis aguda entre los niños menores de cinco años, provocando hasta un 50 % de ellas, con una mortalidad de 5 %, y secuelas neurológicas en un 15 % a un 30 % de los casos.
El uso generalizado de la vacuna conjugada contra el Hib a partir del año 1998 en nuestro país ha demostrado una gran eficacia, con una disminución drástica de la enfermedad invasiva por Hib y con reducción, además, del número de portadores nasofaríngeos de este microorganismo.
De la misma manera, en relación con la enfermedad meningocóccica, caracterizada por su curso muchas veces fulminante, la vacunación es considerada la medida de prevención más importante.
Es de fundamental importancia remarcar que se deben mantener tasas elevadas de vacunación en la población para lograr los beneficios en la prevención de la enfermedad a nivel individual, así como a nivel de la comunidad a través de la inmunidad de rebaño.
En nuestro país, se ha observado una disminución de las coberturas de vacunación en la última década, fundamentalmente entre los lactantes, los niños en edad escolar y los adolescentes. Esta caída de las coberturas se ha visto aún más afectada en los últimos dos años como consecuencia de los efectos de la pandemia de COVID-19.
Tanto es así que las coberturas de vacunas que previenen enfermedades prevalentes y de alto impacto en la edad pediátrica como la meningitis, coqueluche o sarampión se encuentran por debajo del 80%.
Es necesario un fuerte compromiso de parte de todos los actores implicados y trabajar esta problemática dándole alta prioridad, aconsejar adecuadamente a las familias sobre la importancia de la vacunación a los intervalos recomendados, recordar que la mayoría de las vacunas de Calendario Nacional pueden aplicarse simultáneamente y evitar las oportunidades perdidas de vacunación.
Comité Nacional de Infectología