La poliomielitis es una enfermedad altamente contagiosa producida por un virus que afecta al sistema nervioso central y puede producir parálisis rápidamente progresiva. Afecta fundamentalmente a los niños y niñas menores de 5 años, no existe tratamiento específico y hasta un 10% de los enfermos mueren por parálisis de los músculos respiratorios.
El desarrollo de las vacunas anti poliomielíticas y su uso generalizado han posibilitado la iniciativa de erradicación mundial de la poliomielitis en 1988. Desde entonces, la enfermedad se ha reducido en todo el mundo en un 99%.
En América, el último caso de poliomielitis por virus salvaje se registró en 1991 en Perú, y en 1995 América fue la primera región certificada libre de poliomielitis.
En Argentina se produjeron epidemias en 1953 (2700 casos), 1956 (6490 casos), 1958-1959, 1960-1961. A fines de la década del 50 se inició la vacunación, que constituyó la estrategia fundamental para detener la epidemia. En 1984 se produjo en la provincia de Salta el último caso de poliomielitis por virus salvaje en el país.
La vacuna anti poliomielítica parenteral (IPV o Salk), que es la que se aplica en nuestro país está compuesta por tres serotipos de poliovirus, inactivados con formol. Por ser virus muertos no hay replicación, colonización del tejido linfoide de la garganta ni eliminación en las heces. La IPV actual tiene potencia inmunogénica aumentada, induce la aparición de anticuerpos séricos IgM e IgG que neutralizan los virus durante la fase de viremia y evitan su pasaje a sistema nervioso central.
Es importante resaltar que, dado que el único reservorio es el ser humano y se dispone de vacunas eficaces que inducen inmunidad duradera, la poliomielitis es una enfermedad erradicable.
Tanto los brotes causados por la importación de virus de países endémicos como los relacionados con la vacuna, se pueden evitar manteniendo unas altas tasas de vacunación en la población.
Debemos trabajar fuertemente en mejorar las coberturas de ésta y otras vacunas de calendario con valores que han disminuído dramáticamente especialmente luego de la pandemia, dado que esto pone a nuestra población vulnerable a la reintroducción de enfermedades inmunoprevenibles.
COMITÉ NACIONAL DE INFECTOLOGÍA