El 21 de marzo se celebra en todo el mundo, desde el 2012, gracias a la iniciativa de las Naciones Unidas.
Lo celebran los padres y sus niños, pero también los médicos que atendemos a los niños con Síndrome de Down. Celebramos que se ha tomado conciencia en nuestras sociedades de la importancia de cada vida y de cada infancia, cada una con sus características.
Celebramos que sus derechos merecen respeto y reconocimiento en nuestras sociedades y que el incremento de la conciencia de la ciudadanía ha habilitado la posibilidad que los niños con afecciones determinadas compartan las escuelas y los clubes, las plazas y las calles con todos los niños. Que sus padres se sientan orgullosos y que sus niños habiten la vivencia de aportar a la comunidad, como cualquiera.
Hoy sabemos que la mayoría de las complicaciones presentes en el Sd. De Down son tratables y, por lo tanto, deben detectarse para brindarles la mejor calidad de vida posible. El control médico junto a la atención especializada (fisioterapia, psicomotricidad, etc.) es esencial y beneficioso, porque permite que cada niño desarrolle al máximo sus capacidades, se beneficie de una educación y adquiera la mayor autonomía posible. Celebrando así, que estos niños hagan sus vidas, con satisfacción, alegría, realizaciones y afecto para poder tomar decisiones en aquello que les incumbe e importa, como todos los niños.
Es que nosotros, pediatras, aprendemos mucho junto a ellos, comprendemos la importancia del cariño, la ternura y la caricia que lo cambia todo, al ver la fortaleza y el compromiso amoroso en sus padres.
Nuestra profesionalidad, de implicación y cuidado, permiten avances en las vidas de nuestros niños, pero es maravilloso descubrir que sus mejorías también dependen de esa mágica vivencia que un médico como vos, nosotros, cuando anhelamos intensamente que habiten vidas plenas. Cuando los escuchamos con cuidado, los respetamos de verdad. Y así en este día también celebramos haber elegido una profesión que nos ennoblece y hace mejores personas.
Por todo ello, como dice el lema de este año, que se enuncia desde la voz del niño con Síndrome de Down:
“Con nosotros, no para nosotros”
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Grupo de Trabajo de Genética y Enfermedades Poco Frecuentes de la Sociedad Argentina de Pediatría.