El dìa14 de septiembre, se celebra el día Mundial de la Dermatitis Atópica con el objetivo de visibilizar y concientizar a la población acerca del impacto de esta enfermedad cada vez más frecuente, en las personas que la presentan.
La dermatitis atópica es la enfermedad inflamatoria crónica de la piel más frecuente en la infancia.
Afecta a un gran número de niños y adolescentes, con una prevalencia entre el 15% y el 25%, en aumento, por múltiples causas como estilo de vida occidental, mayor edad materna, amamantamiento por período corto con ingesta precoz de fórmula, polución, tabaquismo materno, migración de áreas rurales a centros urbanos, cambios ambientales, exposición temprana a pólenes, ácaros u otros alérgenos, en individuos genéticamente predispuestos, con antecedentes familiares de alergias.
La enfermedad se caracteriza por presentar piel seca e intenso prurito, distribución y morfologías típicas, y cursar con períodos de exacerbaciones con brotes de eczema y remisiones.
La barrera cutánea está permeable en forma anormal y múltiples desencadenantes producen los brotes, como infecciones, alérgenos ambientales y alimentarios, irritantes y estrés.
Alrededor del 50 % de los casos se diagnostica en el primer año de vida, siendo a menudo, la primera manifestación de la enfermedad alérgica (marcha atópica), pudiendo también presentar otra enfermedad alérgica como rinitis alérgica, asma y alergia alimentaria. Aproximadamente el 60% de los niños supera esta enfermedad en la adolescencia, aunque más del 50% puede tener algunas exacerbaciones en la adultez.
Un tercio de las dermatitis atópicas son moderadas y severas, impactando negativamente en la calidad de vida del paciente y de su familia por afectación del descanso y de las actividades diarias y sociales. Se ha observado que cuanto más pequeño es el paciente y más severa su dermatitis, es más probable que algún alimento esté involucrado, como el huevo, la leche y el maní.
El manejo de esta enfermedad debe ser multidisciplinario. El objetivo principal es la mejoría de la calidad de vida del paciente y de su familia, evitando, además, las complicaciones infecciosas. Esto se logra hidratando diariamente la piel y cuidándola con tratamiento específico para evitar los brotes.
Actualmente el mayor conocimiento de su fisiopatogenia ha permitido avances importantes en el tratamiento de los pacientes.
Comité Nacional de Alergia- Comité Nacional de Dermatología