El "Día Mundial del Síndrome de Down", conmemorado el 21 de marzo desde 2012 por la Asamblea General de Naciones Unidas, tiene como propósito central resaltar la importancia de garantizar los derechos humanos y libertades fundamentales de las personas que presentan este síndrome. Este día simbólico fue elegido porque la fecha, 21-3 (mes 3, día 21), evoca la trisomía 21 o la triplicación del cromosoma 21, que da origen al denominado "Síndrome de Down".
La celebración busca promover la conciencia social, especialmente en relación con los niños, niñas y adolescentes que viven con esta condición. Se enfatiza la necesidad de crear condiciones propicias para su desarrollo integral, asegurando un óptimo nivel de autonomía, independencia individual y la capacidad de tomar decisiones personales a lo largo de sus vidas.
Uno de los pilares destacados es el acceso a la salud y la educación inclusivas y de calidad para las personas con síndrome de Down. Esto se considera fundamental para asegurar el pleno ejercicio de sus derechos y la consecución de los objetivos de desarrollo internacionalmente acordados. La participación de toda la comunidad, incluyendo educadores, profesionales de la salud, medios de comunicación y la sociedad en general, se presenta como clave para lograr estos objetivos.
El llamado a la reflexión y concientización durante este día se dirige especialmente a las familias, equipos docentes y la sociedad en su conjunto. Se busca crear un ambiente que fomente la igualdad de oportunidades para que niños, niñas y adolescentes con síndrome de Down puedan desenvolverse plenamente a lo largo de sus vidas.
En este contexto, se destaca la relevancia de reconocer y agradecer la contribución de las personas con síndrome de Down a la diversidad de la sociedad. Se enfatiza la importancia de celebrar esta diversidad con respeto, tolerancia, aceptación y amor al prójimo, subrayando cómo estas acciones colectivas contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas con síndrome de Down y de sus familias.
Según el Registro Nacional de Anomalías Congénitas (RENAC), nacen cada año en la Argentina unos 1.200 niños con síndrome de Down, que surge a partir de una prevalencia de 17,26 por cada 10.000 nacimientos, lo que representaría una población aproximada de 70 mil individuos en todo el territorio.
Desde el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, se asume un compromiso ético de fortalecer el derecho fundamental a la educación inclusiva y de calidad para todos los estudiantes del país. Esto se refleja en acciones diarias, como el desarrollo de marcos normativos e instancias de formación docente, con el objetivo de garantizar este derecho y construir una sociedad más justa, inclusiva y equitativa.