La alimentación es uno de los derechos de niños y niñas. Es un pilar fundamental en el crecimiento y desarrollo, tanto por su aporte de nutrientes como por el sostén afectivo que implica la alimentación. La lactancia materna es el mejor ejemplo de cómo la alimentación determina el estado nutricional y la preservación de la salud en todos los aspectos: a corto, largo y mediano plazo; en la protección para enfermedades agudas y crónicas, incluso en la edad adulta. La promoción y el sostén de la lactancia es posible en todo tipo de población si hay políticas y agentes de salud que trabajen en dicha dirección. Cuando se introducen los alimentos y durante el resto de la vida, el acceso a alimentos saludables y seguros no es universal. Las posibilidades de lograr patrones de comida más saludables respetando cada cultura es un desafío. Se debe contemplar la educación y la accesibilidad a los principales grupos de alimentos.
“Protección social y agricultura para romper el ciclo de la pobreza rural” es el lema de este año 2015, con idea de promover la sensibilización sobre la agricultura familiar y los pequeños agricultores a los que se reconoce un importante rol en la seguridad alimentaria mundial.
La agricultura familiar tiene un importante rol en la erradicación del hambre y la pobreza, en la mejora de la nutrición y los medios de vida, la ordenación de los recursos naturales, la protección del medio ambiente y el logro del desarrollo sostenible, en particular en las zonas rurales.
Tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados, la agricultura familiar es la forma agrícola predominante en el sector de la producción alimentaria.
Existen más de 570 millones de explotaciones agrícolasen el mundo, de las cuales más de 500 millones pertenecen a familias y representan más del 56%de la producción agrícola.
En Ámerica del Sur sólo el 18% de la producción agrícola es producida por familias, en comparación con el 62% al 85% en el resto del planeta. Es decir que en Argentina tenemos por delante un gran desafío, que incluye comprender mejor las necesidades, el potencial y las limitaciones de la agricultura familiar y garantizar el apoyo técnico.
Como pediatras tenemos un rol clave, la promoción de la alimentación saludable continúa más allá de la lactancia y el primer año de vida. “Compartir las comidas” con miembros de la familia, costumbre a muy arraigada en Argentina, ha sido reconocida como uno de los factores protectores de la nutrición y el desarrollo dela conducta alimentaria.
La integración de la producción de alimentos saludables en la educación de los niños es una semilla sembrada hacia el futuro para alimentar al mundo y cuidar el planeta.
Link FAO: http://www.fao.org/resources/infographics/infographics-details/es/c/230929/
Comité Nacional de Nutrición
Sociedad Argentina de Pediatría