La vacunación salva millones de vidas y es una de las intervenciones sanitarias de mayor éxito y rentabilidad. Sin embargo, en el mundo hay más de 19 millones de niños no vacunados o vacunados de forma incompleta, por lo que corren un serio riesgo de contraer enfermedades potencialmente mortales. Uno de cada 10 de estos niños nunca llega a recibir ninguna vacuna y probablemente nunca haya tenido contacto con el sistema de salud.
La Semana Mundial de la Inmunización, que se celebra en la última semana de abril, tiene por objetivo señalar las acciones colectivas necesarias para garantizar que todo el mundo esté protegido frente a las enfermedades prevenibles mediante vacunación. El lema de este año –Protegidos colectivamente, #Las vacunas funcionan– alienta a todo el mundo, desde los donantes hasta la población en general, a redoblar sus esfuerzos por incrementar la cobertura vacunal por el bien común.
Para ello, los gobiernos deben invertir en la vacunación, los promotores deben hacer de las vacunas una prioridad, y la gente debe vacunarse.
La finalidad de la Semana Mundial de la Inmunización 2018 es instar a una acción más decidida en favor de la vacunación en todo el mundo, prestando especial atención al papel que todos, desde los donantes hasta la población en general, podemos desempeñar en este sentido.
Como parte de la campaña de 2018, la OMS y los asociados se han propuesto:
El Plan de acción mundial sobre vacunas, aprobado en la Asamblea Mundial de la Salud de 2012 por los 194 Estados Miembros, tiene por objetivo evitar de aquí a 2020 millones de muertes por enfermedades prevenibles mediante vacunación, gracias al acceso universal a la inmunización. Pese a los progresos realizados por algunos países y a la elevada tasa mundial de introducción de nuevas vacunas, hay retrasos con respecto a la consecución de todas las metas relacionadas con la eliminación de enfermedades como el sarampión, la rubéola y el tétanos materno y neonatal.
Para que todo el mundo pueda sobrevivir y desarrollarse, los países deben redoblar sus esfuerzos concertados por alcanzar los objetivos del Plan de acción mundial sobre vacunas de aquí a 2020. Además, aquellos países que hayan alcanzado esos objetivos o hecho grandes avances en este sentido tienen que mantener dichos esfuerzos para que nadie se quede sin vacunas que pueden salvarles la vida.
La ampliación del acceso a la vacunación es fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La inmunización sistemática es un pilar fundamental de una atención primaria sólida y de la cobertura sanitaria universal: permite establecer contacto con el sistema de atención sanitaria al principio de la vida y ofrece a todos los niños la posibilidad de tener una vida saludable desde el inicio.
La vacunación también es una estrategia fundamental para lograr otras prioridades sanitarias, como el control de las hepatitis víricas, la contención de la resistencia a los antimicrobianos, la salud del adolescente o una mejor atención prenatal y neonatal.