Para el Día Mundial del Riñón 2021 se eligió el lema: “Viviendo bien con la enfermedad renal”. El objetivo es aumentar la conciencia sobre el manejo eficaz de los síntomas y el empoderamiento del paciente, para así favorecer la participación en la vida. Es imprescindible identificar y solucionar los síntomas que causan sufrimiento como dolor, problemas de sueño, falta de apetito, ansiedad, constipación, diarrea, depresión y estrés.
El camino transitado por un enfermo renal, requiere de mucho esfuerzo, coraje y valentía. Pero con el apoyo y acompañamiento de la familia, los amigos y el equipo de salud, mejorar la calidad de vida es posible. Así se logra, por ejemplo, que muchos niños y adolescentes con enfermedad renal realicen las mismas actividades que sus pares: escolarización, práctica de actividad física, participación en reuniones de amigos y viajes estudiantiles, e inclusive puedan proyectar la vida universitaria.
Por último queremos recordar cómo puede prevenirse la enfermedad renal:
La prevención comienza en el embarazo con el control periódico de la embarazada, adecuada nutrición, evitando medicaciones y sustancias que puedan afectar el desarrollo de los riñones del bebé.
Luego del nacimiento, el control pediátrico periódico con registro del peso y la talla son fundamentales. La presión arterial debe tomarse en forma anual a partir de los 3 años.
Debe asegurarse una nutrición adecuada del niño, evitando la obesidad y el sedentarismo.
No automedicar a los niños, ya que algunas medicaciones (como antitérmicos de uso habitual) pueden dañar severamente los riñones.
Desaconsejar el consumo de alcohol y tabaco en los adolescentes.
Todo paciente con factores de riesgo y/o con antecedentes familiares de relevancia debería derivarse al especialista.