2 de abril: Día de la Toma de Conciencia Mundial sobre el Autismo

El autismo, o Trastorno del Espectro Autista, es una alteración del desarrollo que se manifiesta durante la primera infancia, independientemente del género (aunque afecta más frecuentemente a los varones), o el estado socioeconómico. El término espectro autista se refiere a un amplio rango de características.

En año 2008 la Organización de Naciones Unidas declaró el 2 de abril como el Día mundial de la concientización sobre el autismo. Invoca a generar acciones para resaltar la necesidad de ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con autismo para que puedan llevar una vida plena y significativa como parte integral de la sociedad.

El autismo se caracteriza principalmente por una manera diferente de vincularse socialmente, formas de aprendizaje no habituales, intereses entusiastas en temas específicos, inclinación a las rutinas, desafíos para comunicarse y formas particulares de procesar información sensorial.

La prevalencia de autismo en todas las regiones del mundo es alta y la falta de comprensión o conocimiento sobre el mismo, tiene un gran impacto en los individuos, sus familias y comunidades. La estigmatización y la discriminación asociadas con las diferencias en el desarrollo siguen siendo obstáculos sustanciales para el diagnóstico y los tratamientos.

¿Cómo son los niños y niñas que tienen trastorno del espectro autista?

Aunque cada niño/a es diferente y se desarrolla a ritmos distintos, la mayoría de ellos van adquiriendo las distintas destrezas, siguiendo un proceso bastante regular y homogéneo, que corresponde a un patrón de desarrollo “típico”. En cambio, lo/as niño/as que presentan autismo no cumplen con los llamados “hitos evolutivos”, evidenciándose un desarrollo “atípico” en la adquisición de las habilidades comunicacionales, sociales y conductuales.

El compromiso de los 3 campos del desarrollo afectados (comunicación y lenguaje- interacción social- conducta e intereses), pueden variar en su expresión clínica de un extremo al otro y en cada individuo en los diferentes momentos del desarrollo. Los signos clínicos se presentan siempre antes de los 3 años de edad y se va advirtiendo que el desarrollo de esto/as niño/as ya se va “estructurando” de un modo diferente.

Se trata de niño/as que tienen intereses limitados, conductas atípicas como pueden ser movimientos raros con las manos, aletear los brazos o caminar en puntas de pie, desarrollar un juego rígido y restringido y, cuando son más grandes, pueden manifestar otras preocupaciones puntuales. No hay una persona con TEA igual a otra. Dentro de este grupo de niño/as, algunos pueden tener ausencia de desarrollo de lenguaje, mientras que otros logran manejar un amplio y refinado vocabulario; pueden presentar coeficiente intelectual bajo, promedio o superior - que se conoce como autismo de alto funcionamiento-  o diferente calidad de interacción social que puede ir desde el profundo aislamiento hasta una manera exagerada e inapropiada de buscar contacto social.

¿Por qué es importante detectar tempranamente las señales de alerta en el desarrollo?

El cerebro de los niño/as pequeño/as posee mayor “neuroplasticidad”. Esta es la capacidad de modificarse ante los estímulos. Cuando se observan alteraciones en el desarrollo temprano, un diagnóstico y tratamiento oportunos permite aprovechar dicha capacidad. Eso mejora el pronóstico y la calidad de vida de los niños y sus familias.

¿Cuáles son las señales de alerta de autismo en el desarrollo temprano?

  • A partir de los 6 meses, si un bebé no sonríe ni expresa alegría
  • A partir de los 9 meses, si un bebé no produce intercambio de sonidos, sonrisas o gestos faciales
  • Si a los 10 meses un bebé no responde a su nombre
  • Si, a los 12 meses, un bebé aún no balbucea
  • Si a los 12 meses, un bebé no genera intercambio de gestos como señalar, alcanzar, mostrar o saludar con la mano
  • Si el niño o niña no dice ninguna palabra a los 16 meses
  • Si el niño o niña no dice ninguna frase con sentido de 2 palabras (sin imitar o repetir) a los 24 meses
  • Pérdida de lenguaje, balbuceo o habilidad social a cualquier edad.

¿Qué hacer si aparecen signos de alerta en el desarrollo?

Consultar con el pediatra de cabecera y comenzar rápidamente una intervención.

 

COMITÉ NACIONAL DE CRECIMIENTO Y DESARROLLO