El 10 de diciembre se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos, conmemorando la declaración realizada en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948. Los principios enunciados reconocen y protegen la dignidad de todos los seres humanos. Son derechos universales e inalienables, que corresponden a todas las personas, sin discriminación alguna a causa de su raza, color, género, origen étnico, edad, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, discapacidad, posición económica, circunstancias de su nacimiento u otras condiciones.
Los Estados, como garantes de estos derechos, tienen el deber de respetar y cumplir las normas y principios jurídicos consagrados en la declaración. La erradicación de la pobreza constituye una obligación esencial para garantizar la dignidad humana y un desarrollo social sustentable. En nuestro país, el gobierno informó que la pobreza infantil afectó a 50,9% en el primer semestre del 2022. Según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que hizo el Instituto Nacional de Estadística y Censos en 31 aglomerados urbanos de todo el país con una población de 29,2 millones de personas, la pobreza afectó en la proyección al total país de 47,3 millones habitantes -según el Censo 2022 del Indec- a 5,54 millones de niños menores de 14 años, de los cuales 1,38 millones son indigentes.
Desde la Pediatría, nos encontramos con el gran compromiso de fomentar y vigilar el cumplimiento de los derechos humanos de los más vulnerables, humanizando nuestra atención y promoviendo el interés superior del niño, niña y adolescente