Cada año a partir de 1998, el primer martes del mes de mayo, se conmemora el Día Mundial del Asma impulsado por la Iniciativa Global para el Asma (GINA) con el fin de concientizar a la población sobre la enfermedad.
El asma es una enfermedad inflamatoria crónica multicausal que afecta en la Argentina a 4 millones de personas aproximadamente con 400 muertes y 15000 internaciones anuales - Datos Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER)
A nivel mundial se estima que el 9 % de los niños, 11 % de los adolescentes y 6,6% de los adultos la padecen. Datos OMS 2022
Puede iniciarse tempranamente en la vida con síntomas respiratorios como tos, sibilancias, opresión torácica, sensación de falta de aire y dificultad para respirar. Cursa por brotes agudos y períodos asintomáticos, aunque puede llegar a producir síntomas continuos y persistentes.
Los gatillos que pueden condicionar la aparición de síntomas son diversos desde cambios de temperatura y humedad en el aire ambiental, irritantes como en humo del cigarrillo, alérgenos y virus. Estos últimos juegan un rol muy importante en las exacerbaciones en la población infantil.
El diagnóstico es clínico, pudiendo apoyarse en estudios de la función pulmonar como la espirometría con patrón obstructivo y respuesta positiva al broncodilatador, valores altos de óxido nítrico en el aire exhalado, eosinofilia, IgE elevada, o test de alergia positivos por rast o prick test.
Para lograr un tratamiento efectivo no solo basta con la indicación del tratamiento farmacológico, es muy importante la educación del paciente y sus cuidadores en un uso correcto de la medicación, con técnicas inhalatorias correcta y adherencia correcta.
También es de suma importancia practicar medidas de evitación de desencadenantes como el humo de cigarrillo.
Se debe contemplar un plan de acción en caso de aparición de síntomas y realizar consultas oportunas al servicio de emergencia cuando no mejora la sintomatología.
El tratamiento farmacológico va a ir dirigido a resolver las exacerbaciones agudas, así como también a controlar los síntomas a largo plazo.
Durante la crisis y exacerbaciones agudas se utilizan broncodilatadores como el salbutamol y corticoides sistémicos (vía oral o inyectable)
Para el control de los síntomas a largo plazo y para evitar los cuadros agudos se recomienda el uso de fármacos de uso diario, los mismos buscan reducir el número de exacerbaciones, evitar las internaciones y mejorar la calidad de vida del paciente, disminuyendo los días de ausentismo escolar y permitiéndole realizar actividad física sin restricciones. En este grupo contamos con medicamentos usados por vía oral como los antileucotrienos o por vía inhalada como los corticoides tópicos inhalados y los broncodilatadores de acción sostenida.
Es importante concientizar a la población sobre esta enfermedad ya que un manejo correcto permite que la mayoría de los pacientes puedan llevar adelante una vida normal.
Comité Nacional de Neumonología