DERECHO A LA EDUCACIÓN
En la Semana del 15 al 19 de noviembre se celebra la Semana de los Derechos del Niño y Adolescente, coincidiendo con el trigésimo quinto aniversario de la Convención por los Derechos del Niño (CDN), documento emitido por las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989, suscripto por nuestro país en el año 1990 y dotado de rango constitucional a partir de la reforma de nuestra Constitución en el año 1994. La Ley 26.061 del año 2005 establece la obligatoriedad de su cumplimiento por parte de todas las instancias públicas y privadas (Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes).
A pesar de todos los esfuerzos que la comunidad, las familias y los mismos niños hacen por alcanzar la plena vigencia y realización de sus derechos, esta resulta una asignatura pendiente que sigue demandando urgente atención de parte de todos los actores sociales.
Los derechos humanos se caracterizan por su interdependencia: no puede comprenderse el derecho a la vida sin el derecho a la libertad, ni ningún de ellos sin el derecho a la alimentación o al medio ambiente sano. La vida, la libertad, la salud, la educación son valores que nuestra sociedad -junto a gran parte de la comunidad internacional- han considerado tan importantes e imprescindibles que los ha elevado al rango de “obligatorios”. La obligación de respeto es de todos los actores civiles, sociales y políticos. La obligación de garantía y protección esta, por el contrario, en cabeza de cada uno de los Estados, lo cual transforma a los derechos humanos en una política de Estado trascendiendo cualquier política de gobierno coyuntural, reclamando permanencia y atemporalidad.
El derecho a la educación es un derecho humano fundamental que tiene como finalidad establecer una educación primaria para todos los niños, desarrollar una educación secundaria accesible progresivamente y permitir el acceso a la educación superior en función de los méritos y formación. Es un derecho consagrado en la Constitución Nacional.
Ya en 1853, nuestra primera Constitución Nacional afirmó que "Todos los habitantes gozan del derecho de enseñar y de aprender" (art. 14).
En 1948, la Declaración Universal de los Derechos Humanos elevó la protección de este derecho al considerarlo un derecho humano universal (art. 26). Asimismo, este derecho se encuentra expresamente garantizado en el art. 13 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en su art. 18.
La CDN se ocupa especialmente de la educación en dos de sus artículos:
.. El art. 28 define la educación como un derecho y recomienda los pasos a seguir a fin de que se pueda ejercer “progresivamente y en condiciones de igualdad de oportunidades”. Establece que la enseñanza primaria debe ser obligatoria y gratuita para todos y que la enseñanza secundaria debe ser disponible y accesible para cada niño, concediendo asistencia financiera en caso de necesidad.
Entre otros aspectos, se pide a los Estados que fomenten la asistencia regular a las escuelas y reduzcan las tasas de deserción escolar.
.. El art. 29 se ocupa de los objetivos de la educación escolar, que deberían ser: colaborar en el desarrollo de “la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño hasta el máximo de sus posibilidades”; inculcar el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales; respetar no sólo las propias raíces del niño (sus padres, su identidad cultural, su idioma y sus valores nacionales) sino también de “las civilizaciones distintas de la suya”; preparar al niño para “asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos y personas de origen indígena” e inculcar el respeto del medio ambiente natural.
El proceso educativo no solamente es importante por el acceso a los contenidos formales. La socialización y el desarrollo del pensamiento crítico son especialmente relevantes en la vida de un niño. La interacción social que los niños aprehenden en la escuela les permite visualizar al otro (compañero de juegos, maestro, padres) como un semejante digno de respeto y consideración.
En este contexto, la educación no es solo un derecho humano más, indispensable para el desarrollo de las personas y las sociedades, sino que es una herramienta del cambio social.
Las estadísticas recientes[1] demuestran una realidad que no por reiterada, deja de ser preocupante y que continua reclamando una inmediata acción de parte de las autoridades responsables.
Solo 1 de cada 2 chicos de tercer grado comprende un texto básico y, en sexto grado, apenas 43 de cada 100 alumnos transitan la primaria sin repetir ni abandonar y alcanzando los conocimientos mínimos en Lengua y Matemáticas. Este porcentaje desciende al 22% al llegar a los 15 años. Solo 13 de cada 100 niños que comenzaron el primer grado alcanzan el último año en tiempo y forma.
La interdependencia necesaria entre derechos humanos oscurece aun mas el panorama: el 70% de los chicos de 14 años o menos viven en condiciones de pobreza. Es una verdad de Perogrullo que la panza vacía alimenta el vacío del cerebro y la perdida paulatina de las habilidades adquiridas previamente.
El compromiso del futuro individual de cada uno de estos niños no resulta aislado: la hipoteca social que se ciñe sobre el futuro de nuestra comunidad producirá consecuencias imprevisibles a mediano y largo plazo en el desarrollo colectivo.
Hoy, mas que nunca, adquieren plena vigencia las maravillosas palabras de la poetisa chilena Gabriela Mistral: “Somos culpables de muchos errores y muchas faltas. Pero nuestro peor crimen es abandonar a los niños, negándoles la fuente de vida. Muchas de las cosas que necesitamos pueden esperar. Los niños no. Justo ahora es el momento en que sus huesos se están formando, su sangre se está elaborando y sus sentidos siendo desarrollados. A el no podemos responder “mañana”. Su nombre es Hoy”.
Desde la Sociedad Argentina de Pediatría renovamos nuestro compromiso inquebrantable con la niñez y la infancia y abogamos por el necesario respeto y plena vigencia de sus derechos mas elementales.
Subcomisión de Derechos de la Niñez y Adolescencia
[1] https://argentinosporlaeducacion.org/campana/la-noche-de-la-educacion-2024/